jueves, 27 de diciembre de 2007

Loveless...



(Agatsouma Soubi, de Loveless)

God, how sex implores you to let yourself loose yourself...

The Smiths," Strange ways here we come".


Es el deseo como el sueño y la muerte: Imposible de asir, la existencia de un no tiempo y un no lugar que siempre, aunque tengan su lugar en lo que llamamos realidad, nos llevan más allá de lo presente.

El deseo nos es inaccesible: El el momento que estamos a punto de rozarlo con las yemas de los dedos, las distancias se duplican, los trayectos se desplazan y volvemos al punto de partida como en el momento primero. Es el asombro de nunca saber a donde iremos a parar lo que nos mantiene jugando, lo que nos maravilla.

Y nos aterra...

Por el contrario de la seguridad del sueño, del cual sabemos que probablemente despertaremos, o de la certeza de la muerte de la cual sabemos que no regresaremos, es el deseo el elemento del cual no podremos deshacernos tan fácilmente: El deseo es tiránico, cruel y absoluto, nos vuelve infinitamente vulnerables...

El deseo radica en el cuerpo

y el cuerpo es tan frágil

y vive en el horror de ser rechazado...

O nulificado, esa es otra de las razones por las cuales el deseo se nos impone: Al igual que la muerte y el sueño, este nos lleva a lugares donde uno ya no es uno mismo, dejamos de existir conscientemente y nos volvemos algo más allá del otro, algo que el otro tampoco puede controlar

Yo no quería, Oyelo bien!, yo no quería! Tu hijo era mi fin y yo no le he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar, como la cabezada de un mulo, y me hubiera arrastrado siempre, siempre, siempre, aunque hubiera sido vieja y todos los hijos de tu hijo me hubiesen agarrado de los cabellos!

(García Lorca, Bodas de sangre)


El deseo es ausencia, la nostalgia del sueño, es mirar sin ser mirado, querer ser el otro...

El deseo es divino y crea seres andróginos, como los ángeles, perfectos en su totalidad.

De ahí también el sueño y la muerte, solo podemos ver a estos seres cuando dormidos o muertos...

O deseantes.

Así sea.

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