! Y bien, este finde tocó ir a Morelia a la Jornada académica sobre estudios del Heavy metal¡
Estuvo muy chido, las ponencias variadas y muy interesantes, la verdad es un gusto saber que hay espacios donde se pueda hablar de otras cosas que no sean "Alta cultura" (lo que esto carajos signifique).
Mi exposición está basada en un texto sobre Black metal y la categoría estética del Unheimlich (según Schelling, Freud y Jung, principalmente).
Para los que quieran echarle un ojito, acá va:
Título: “El
amanecer de los corazones negros: Black metal, estética y herejía, como
prácticas culturales”.
Línea
temática, prácticas culturales: La estética del Black metal como práctica
cultural.
Propuesta (Análisis del discurso
visual/Estética de lo siniestro):
INTRO.
Heredero del género musical Heavy Metal, el Black Metal
surge en la década de los ochentas y se define como una respuesta oscura a la
tradición judeocristiana. Grupos como Venom plantearían un campo de juego que
al tener contacto con los países nórdicos daría pie a lo que ahora conocemos
como segunda generación; un statement claro contra el mundo cristiano racional,
puro y domesticado.
Su postura estética puede ser rastreada desde las culturas
punk y biker en el rechazo tajante hacia las tendencias estandarizadas de la
moda. En éstas las ideas del “hazlo a tu manera”, el individualismo y la
independencia van generando un caldo de cultivo que produce un tipo nuevo de
estética inconfundible: pentagramas, sangre, cuerpos mutilados son parte de un
universo perturbador que no sólo responde desde lo sonoro, sino desde una
visualidad rica en potentes significados.
Es así entonces como entendemos que en un entorno tan civilizado,
tan puro, que pretende ser bueno, bello y ordenado, es el blacker, el que se
encarga de desmontar el paradigma desgastado de la modernidad: Para este
individuo las supuestas verdades vendidas por la ilustración son sólo retórica reiterativa
y estéril y es por medio de la adrenalina, la anarquía, lo terrible y la sombra
que busca reencontrarse con la dimensión poética y simbólica de lo perturbador
y de lo siniestro.
1.1 Lo siniestro y la estética:
Lo siniestro es una categoría estética considerada
contemporánea y explorada anteriormente como concepto por Schelling y Freud,
entre otros. Das Unheimliche plantea
a todo aquello que debió haber permanecido en secreto, escondido, y sin embargo
ha salido a la luz: lo extraño e inquietante que deviene como una relación de
tensión entre la sensación de lo familiar vs lo oculto, la autoconsciencia y lo
inconsciente, el yo y la naturaleza. Sobre esto Freud (1919) comenta en su
texto Lo siniestro, lo siguiente:
…lo siniestro sería aquella suerte de espantoso que afecta
las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás.[1]
El término heimlich,
significa “familiar, hogareño, propio de la casa”, etc. , en su faceta oscura trastoca
esa sensación de familiaridad convirtiéndose en unheimliche: lo siniestro. Se muestra ante nosotros como algo que
no reconocemos y que, por ser ésta su naturaleza nueva terrible y lejana a la
costumbre, nos produce angustia.
Por otro lado Jung se refiere al unheimlich como una suerte de “sombra colectiva”, un conflicto no
resuelto entre el afán del cristianismo racional y su co-relato en el mal como pulsión
primitiva. Recordemos que para Jung
(1951) la sombra es términos generales un conjunto de aspectos oscuros de la personalidad que han
sido rechazados, negados o reprimidos de la psique consciente por ser difíciles
de reconocer para el sentido de identidad y autoimagen del yo. Es estos
sentidos, tanto en Freud como en Jung, esta noción de lo siniestro o lo ominoso
pareciera implicar algo que de alguna manera se intuye, se desea y se teme de
manera inconsciente, y que nos sorprende por no sólo develarse a si mismo, sino
a nuestras secretas intenciones. Al
revelarse en lo real, se nos revela también la parte de nosotros mismos que es
oscura, pulsional y primitiva, esa que a su vez nos espanta y nos fascina.
Para la estética blacker, el uso de símbolos como la sangre,
la muerte, la fragmentación y el caos, son medio para una articulación que nos
conecta con lo oscuro y lo siniestro, ya que responde de manera eficiente a
esta dimensión perturbadora de la psique individual y colectiva.
1.1 Sobre lo siniestro y su relación con
lo bello.
La categoría estética de lo bello ha sido tema de reflexión
y estudio desde la época clásica del pensamiento occidental. Lo bello ha sido
comúnmente asociado con lo bueno, lo placentero, lo luminoso o una vía de comunicación con lo
divino como vía de completud o redención.
Pero según Schelling (1800), el unheimlich[2]
es una categoría estética que duerme en el fondo de lo bello, esa categoría medular
en la estética; oculta tras de ella y en juego siempre se encuentra el caos, el
desorden, el misterio que conforman a lo siniestro y lo que las convierte de
alguna extraña manera, en un dialogo.
La belleza para este autor es la resolución de un conflicto
entre el yo –como autoconsciencia- y la naturaleza –eso que “es”, que “sucede”
independiente de nosotros mismos-. Sobre esto en su texto Sistema del idealismo trascendental, comenta:
…Y pone lo únicamente
real en un absoluto que es causa y efecto de sí mismo -en la absoluta
identidad de lo subjetivo y lo objetivo, que denominamos naturaleza y que
denuevo, en la máxima potencia, no es otra cosa que autoconciencia.[3]
Así, entendemos que ésta consciencia
del ser, que se basa en un ejercicio de libertad es una manera de regular
nuestro conocimiento del mundo y que nos sirve para fundamentarlo, una figura
de mediación entre los mundos internos y externos, que nos permite establecer
una conciliación. El arte, como ejercicio libertario, es uno de los medio
idóneos para unir a estas entidades que a momentos parecieran demasiado lejanas
y la experiencia estética es una forma también de autoconsciencia. Lo perturbador como forma estética tiene entonces la capacidad
de mostrar otra faceta de esto que ya pensamos todo entendido, o todo dicho: se
nos devela como un elemento que nos permite no dar las formas de lo bello por
sentado.
Por otro lado tenemos la categoría
estética de lo feo, lo feo es por definición la ausencia de armonía, lo
incompleto, lo malo o inadecuado. Es la antítesis de lo bello y por tanto podemos
entenderlas como las caras de una misma moneda; una no puede existir sin la
otra.
Y entonces, ¿qué pasa con lo
siniestro? Pues bien, éste tiene la función de mostrarse cuando pareciera que
las formas de manifestación de lo bello quedan agotadas, no es bello entonces,
pero tampoco es necesariamente feo. Sabemos que podemos amar a lo bello y
podemos rechazar a lo feo, pero lo siniestro es aquello que nos deja en un limbo
sin habla por que no sabemos que hacer con el, se nos devela cuando menos lo
esperamos y se convierte en una inquietud que no descansa, que no nos permite
cerrar los ojos ante aquello que se nos muestra de repente. Lo siniestro nos demuestra
lo potente de nuestros deseos más oscuros y la revelación antes ignorada de
estos.
Entonces lo ominoso reformula desde
lo simbólico eso que nos espeluzna y por tanto también lo que nos cautiva,
regresándonos otra dimensión en la autoconsciencia. En su texto La autoconciencia terrorífica: algunos
aspectos acerca de lo siniestro en Schelling, Daniel Tenorio Gutiérrez [4]
nos explica:
… La manifestación de lo siniestro es una pronta
recuperación de la autoconciencia: estando oculto el Yo no lo percibe, está
integrado a él, pero en el momento de aparecer, el Yo, como si fuese algo
frágil, se resquebraja y se observa tembloroso: un principio que se observa a
sí mismo desconfiado.
Este desmontaje que plantea lo
siniestro es una manera potente de refrescar la capacidad de mutación del
símbolo, una forma de no dar por sentado la infinitud de la resemantización de
este. De ahí que el Black metal plantea toda una nueva manera de develar
aquello que es ominoso y que va más allá de la categoría clásica de la fealdad,
el blacker comprende de una manera intuitiva la experiencia de lo terrible como
un código contracultural estético potente y sublime.
1.1 Sobre poética y simbólica en el
Black metal:
Ya entendido el campo de juego del unheimilch, podremos hablar entonces sobre algunas de las posibles
dimensiones del Black metal en esta
categoría estética.
Hablemos entonces sobre uno de los
personajes-leyenda más importantes de este género; Per Yngve Ohlin, alias Dead.
Precursor del corpse paint y la automutilación como vía de expresión. Ohlin
nace en 1969 en Suecia y es miembro de las bandas Morbid y Mayhem. Conocido
por sus extrañas apariciones en tocadas subterráneas, hace uso de el corpse paint que es un estilo de
maquillaje escénico en el que se emplean maquillaje principalmente con los
colores blanco y negro. Éste maquillaje tiene como finalidad dar una sensación
perturbadora, no sólo como amplificador de las nociones de muerte, sino de la
idea de un personaje sobrenatural. La piel pintada de blanco nos remite a los
cadáveres y a los fantasmas, a un personaje que sabemos que está vivo pero que
no parece estarlo, un estado indefinido entre la animado y lo inanimado, lo
vivo y lo muerto. El recurso del corpse
paint será hasta nuestros días utilizado por diversas bandas de Black
metal, convirtiéndose en canon. Sobre el uso de Corpse paint, Necrobutcher bajista de Mayhem, en su entrevista con The
Guardian, apunta:
…No tenía nada que ver con la forma en que Kiss y
Alice Cooper usaban maquillaje. Dead realmente quería parecer un cadáver. No lo
hizo para verse “cool".[5]
Listas20minutos,
Las 13 portadas de discos mas fuertes y extremas de la historia,
recuerado de
https://listas.20minutos.es/lista/las-13-portadas-de-discos-mas-fuertes-y-extremas-de-la-historia-279683/
La escena nos
muestra la develación concreta de la pulsión freudiana de la muerte, sobre ella se dice que es ese regreso simbólico
de lo vivo a un estado inanimado[6]
–que es esencialmente la idea del origen, lo absoluto, lo inmutable, lo eterno-.
Para regresar a este estado es necesario entender que hay una suerte de paso
demoniaco donde la destrucción, la desintegración y la disolución son
necesarios y es ahí donde encontramos esa familiaridad encarnada: la escena
doméstica, el cuarto con el sujeto encima del colchón, que yace pero no en un
estado de sueño, sino de muerte, esa familiaridad que nos perturba y que nos
impide a la vez cerrar los ojos.
Y por otro lado Shelling propone, a lo siniestro
como un agente que desrigidiza concreciones de belleza estandarizadas y
desgastadas, por medio de la experiencia estética –
Otro de los fenómenos de lo ominoso
en el movimiento blacker, es el uso
simbólico de la iconografía y la simbología cristiana; para esto podemos hablar
de la quema de iglesias realizada por algunos de los personajes del llamado Inner Circle noruego. En Noruega, entre
los años 1992 a 1998, 52 iglesias fueron quemadas, 15.000 tumbas fueron
profanadas y muchos de sus cementerios fueron pintados con símbolos satánicos;
entre las estructuras religiosas más importantes incendiadas se encuentran la
iglesia medieval Fantoft -6 de junio
de 1992-, las capillas Holmenkollen y
Skjold. Curiosamente una fotografía
de lo que quedó de la estructura Fantoft se
convirtió en la portada del álbum Aske de Varg Vikernes, también conocido por ser miembro del Inner circle, como de asesinar a Øystein Aarseth.
Anónimo, Mercadolibre, recuperado de: https://articulo.mercadolibre.com.mx/MLM-570718651-burzum-aske-lp-_JM
Para el movimiento blacker la profanación de los símbolos
cristianos es una manera de regresar a un estado de idealización de la tradición nórdico-pagana y en este sentido la
manera en la cual entienden esta tradición viene desde una perspectiva
claramente romántica: el black metal es una respuesta nacionalista, libertaria
y visceral a la estructura extranjera, ordenada y rígida con al cual se supone
llega a invadir Noruega el pensamiento cristiano.
En este sentido, el álbum se llama Aske
–ceniza- , de manera literal y simbólica: cenizas son las que quedan de la
iglesia Fantoft, pero son también las
que nos hablan de manera simbólica, sobre esto Federico Sevilla (1990), en su
Diccionario de Iconografía y Símbología [7]nos
comenta sobre el fuego y la ceniza:
…Se ha atribuido comúnmente al fuego significados de
regeneración y purificación, acción fecundante e iluminadora.
Como resultado de una aniquilación, la ceniza evoca
este concepto, tanto su aspecto material –muerte- como espiritual –humildad,
penitencia- … En algunos conjuntos simbólicos del siglo XVIII, la ceniza, sugiere
un proceso de desmaterialización, con un sentido de espiritualización ,
situándose, por tanto, en algunas de las zonas elevadas del monumento vertical
(ascenso místico).
De ahí que los símbolos de la
iglesia quemada y la ceniza sean también símbolo de una destrucción
purificadora que al ser fin y comienzo nos deja una sensación de extrañeza y
ambigüedad, que desde su origen sombrío nos seduce.
Recordemos que Freud pasa de hablar
del eros hacia el tanathos, como una operación simbólica que lleva desde lo
familiar al caos y a lo desconocido, en este sentido es importante entender que
acá es un regreso de lo vivo a lo inmaterial, el origen simbólico del cual
proviene todo.
autoconsciencia-. Es decir lo que ya
damos “por familiar” tal vez por algo conocido, al presentar su rostro perturbador,
nos permite volver a dudar sobre nosotros mismos.
Y si bien, en estos ejemplos hemos
hablado de la relación de las nociones freudianas del unheimlich y la pulsión de
muerte, tendremos también que tener presente que lo siniestro como
categoría estética también puede, como plantea Schelling hacer una
reformulación sobre las funciones expresivas de lo bello como claridad.
Es este sentido hablaremos entonces
de Darkthrone, este grupo fundado en 1986 fue, junto con la primera ola del
Black metal pionero en el uso de los ahora ya muy conocidos logotipos
“ilegibles” del metal, sobre esto Mark Riddick, diseñador y autor del libro
Logos from hell, apunta:
... El objetivo de estos logotipos es que no es para ti, a menos que ya
lo sepas,... tienden a ser cada vez más extremos y a medida que te ramificas
...[8]
Es en este sentido que otra vez
entendemos las directrices de conforman la estética del black metal, donde
hasta el diseño de logotipos va en contra de la claridad y legibilidad que
“tendría que tener”: no hay razón lógica para que estos logotipos sean casi
imposibles de leer, ni tampoco una razón mercadológica, todo es coherente a
esta búsqueda de lo perturbado, donde el caos y el sinsentido reinan.
Engel svart, RockAmino, recuperado de: https://aminoapps.com/c/rock-amino-x/page/item/darkthrone/zg05_RvcwIYqXxDknXl2xkRVjGdqaYnVPd
El logo de Darkthrone –como otros
muchos del black metal- busca ser en su forma una manifestación del unheimlich:
la sangre, lo muerto y el pentagrama[9]
–como símbolo satánico- son algunos de los símbolos de lo ominoso y es sobre
todo en esa forma confusa, extraña, donde con el suficiente esfuerzo se nos
muestra el texto, donde pareciera a momentos una especie de ejercicio de manchas
de Rorschach en el cual lo inferido a momentos depende de la psique del que
mira.
Entonces, éste logotipo tiene no
sólo símbolos reconocibles de eso siniestro que se nos muestra, sino posibles
interpretaciones desde la sombra de aquello terrible que es parte de nosotros
como individuos o como colectividad.
Analizando estos ejemplos en
relación a la categoría de lo siniestro, podemos entonces quedar claros que la
estética de este movimiento no busca ni ser bella, ni necesariamente ser fea,
sino encontrar las maneras de revelarnos una dimensión oscura de lo que creemos
conocido.
[1] Freud Sigmund. (1919). Lo siniestro. 2019, de UCM Sitio
web: https://www.ucm.es/data/cont/docs/119-2014-02-23-Freud.LoSiniestro.pdf
[2] No hay traducción exacta del término en alemán, pero
para este ensayo podemos utilizar como sinónimos los términos de lo siniestro,
lo ominoso o lo perturbador, dependiendo el caso.
[3] Schelling F.W.J.. (1800). Sistema del Idealismo
trascendental. 2019, de Scribd Sitio web: https://es.scribd.com/document/341511736/1800-Schelling-Sistema-Del-Idealismo-Trascendental-Ed-Rosales-Dominguez
[4] Tenorio Gutiérrez Daniel Itzaes. (2019). La
autoconciencia terrorífica: algunos aspectos acerca de lo siniestro en
Schelling . 2019, de Academia Sitio web: https://www.academia.edu/30269046/ENSAYO_-_SCHELLING_Y_LO_SINIESTRO_-_HISTORIA_6.docx
[5] Anónimo. (2005). In the face of death. 2019, de The
Guardian Sitio web: https://www.theguardian.com/music/2005/feb/20/popandrock4
[6] Sobre esto, la definición de Laplanche y Pontalis (1996), en el
Diccionario de psicoanálisis es esclarecedora, cito: Dentro
de la última teoría freudiana de las pulsiones, designan una categoría
fundamental de pulsiones que se contraponen a las pulsiones de vida y que
tienden a la reducción completa de las tensiones, es decir, a devolver al ser
vivo al estado inorgánico. Las pulsiones de muerte se dirigen primeramente
hacia el interior y tienden a la autodestrucción; secundariamente se dirigirían
hacia el exterior, manifestándose entonces en forma de pulsión agresiva o
destructiva. Laplanche, Jean;
Pontalis, Jean-Bertrand (1996). Diccionario de Psicoanálisis (Fernando Gimeno
Cervantes, trad.). Barcelona: Paidós.
[7] Revilla Federico.
(2003). Diccionario de Iconografía y Simbología. Madrid: Cátedra.
[8] Anónimo. (2015). The Beauty and Total Illegibility of
Extreme Metal Logos. 2019, de Wired Sitio web: https://www.wired.com/2015/10/the-beauty-and-total-illegibility-of-extreme-metal-logos/
[9] Sobre esto Udo Becker en su texto Enciclopedia de los
símbolos apunta: … Estrella de los druidas, la de cinco puntas dibujada de un
solo trazo, antiquísimo signo mágico… En la Edad Media sirvió con frecuencia
para conjurar los poderes diabólicos y los fantasmas nocturnos. Becker Udo.
(1996). Enciclopedia de los símbolos. México : Océano.
Ya pa los que quieran ver la ponencia como tal, acá va link y videito:
https://video.fmex1-1.fna.fbcdn.net/v/t42.9040-2/10000000_397710684467590_4700875167562203136_n.mp4?_nc_cat=101&efg=eyJ2ZW5jb2RlX3RhZyI6InN2ZV9zZCJ9&_nc_oc=AQns4vX474CKLVp4lNf9XN7ruoLncd3tqBK73vzxqQlvT-TvixMUufDCjgHzDHLalSc&_nc_ht=video.fmex1-1.fna&oh=7add29a8b09a693e81899af558c9ee11&oe=5DCA0243
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